El cambio climático va a tener graves efectos en nuestra relación con el agua.
El cambio climático es un fenómeno global que deja secuelas cada vez mayores en el planeta. Uno de sus aspectos más visibles es el impacto que tiene sobre el agua.
El agua es vital para la vida del ser humano y las múltiples tareas que se llevan a cabo a lo largo del día. Desde el agua que bebemos hasta la que se utiliza para regar plantas y cultivos, es fundamental para la supervivencia y el bienestar.
Sin embargo, el cambio climático afecta a la cantidad y calidad del agua que hay disponible a lo largo del mundo. Según el calentamiento global va dejando sus efectos en el clima, los recursos hídricos, tanto dulces como salados, cambian también.
Estos efectos supondrán que, en un futuro no muy lejano, tengan que darse nuevas relaciones entre los seres vivos y el agua debido a la limitación de recursos.
El cambio climático afecta al agua
El cambio climático tiene un gran impacto en el agua. Su disponibilidad se ve cada vez más afectada por los efectos ocasionados por el calentamiento global.
El aumento de la temperatura del aire y del agua debido al cambio climático hace que los océanos se expandan. Esto aumenta el nivel del mar. Puede llegar a causar inundaciones costeras y dañar las infraestructuras cercanas al mar. Este aumento también está provocando el derretimiento de los glaciares, lo que puede afectar a los regímenes de agua de las regiones que dependen de ellos.
Otro de los efectos puede ser la cantidad y distribución de la lluvia a lo largo del mundo. Algunas áreas pueden experimentar sequías de manera más frecuente, mientras que otras sufran lluvias más de seguido. Eso puede suponer un aumento del riesgo de inundaciones. Esto está afectando a la disponibilidad y calidad del agua en muchas partes del mundo
Que el nivel del mar aumente y los cambios en la cantidad y distribución de las lluvias, puede contribuir a la erosión y pérdida de playas. Las consecuencias económicas y ambientales de esto pueden ser graves.
También puede afectar a la cantidad y calidad de agua dulce de la que se dispone a lo largo del planeta. Las frecuentes e intensas sequías en algunas áreas pueden tener efectos sobre los sectores de la agricultura, la industria y el desarrollo de la vida diaria de las personas.
Medidas para proteger el agua
Mejorar la gestión de los recursos hídricos, incluido el saneamiento, es fundamental para que las estrategias de mitigación y adaptación al cambio climático tengan éxito, como se firmó en el Acuerdo de París de 2015.
El agua también es un elemento clave para lograr los objetivos y metas de transformar nuestro mundo, según lo expuesto en la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible y el Marco de Sendái para la Reducción del Riesgo de Desastres 2015-2030.
Por esto, es importante tomar medidas que frenen el cambio climático y protejan los recursos hídricos del mundo de manera coherente. Entre ellas encontramos:
- Reducción de emisiones de gases de efecto invernadero. Las emisiones de gases como el dióxido de carbono (CO2) una de las principales causas. Para reducirlo, se deben adoptar medidas como la eficiencia energética, el uso de energías renovables y la reducción del consumo de combustibles fósiles.
- Protección de los ecosistemas. Bosques, manglares y humedales, son fundamentales para la absorción del CO2 y la regulación del ciclo del agua. La protección de estos ecosistemas es esencial si se quiere cuidar el medioambiente y proteger el agua.
- Agricultura sostenible. La agricultura es de las principales fuentes que emiten gases de efecto invernadero y que tiene efectos sobre la calidad del agua. Por ello, adoptar prácticas agrícolas sostenibles, como la agricultura de conservación y la orgánica, ayuda a reducir estos efectos negativos sobre los recursos naturales.
- Gestión del agua. Es esencial para asegurar que estos recursos se utilizan de manera sostenible. Aquí se incluye la implementación de políticas de conservación y la adopción de tecnologías de reciclaje y reutilización del agua.
- Educación y conciencia pública. Es importante que la población comprenda la importancia de proteger el medioambiente y los recursos hídricos. Por ello, la educación y creación de conciencia pública son fundamentales para promover el cambio de comportamiento y fomentar la adopción de prácticas sostenibles.